Para que el sector comercial de drones siga expandiéndose, el panorama de los marcos regulatorios ha necesitado un impulso. En los últimos años, el enfoque ha cambiado significativamente hacia el proceso de certificación de drones. Este es un paso crucial para ejecutar operaciones avanzadas y garantizar la aeronavegabilidad de acuerdo con los estándares nacionales e internacionales.
La certificación de drones es un testimonio del cumplimiento de la aeronave con su diseño y seguridad operativa. Hasta hace poco, ha sido una preocupación más periférica, opacada por el concepto más amplio de "regulación de drones". En los primeros años de la tecnología de drones, la industria contaba con un entorno regulatorio más simple, donde las directrices generales eran suficientes. Sin embargo, la narrativa ha cambiado con la llegada de regulaciones más estrictas y la categorización de los riesgos operativos, haciendo indispensable la certificación de drones para operaciones de mayor riesgo.
En jurisdicciones como Estados Unidos y Europa, los criterios para la certificación varían según el perfil de riesgo de las operaciones de drones. Bajo la Administración Federal de Aviación (FAA) en EE. UU., las operaciones de bajo riesgo están cubiertas por la Parte 107, que exime límites operacionales básicos de certificaciones estrictas. Por el contrario, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) exige certificaciones de clase para drones que operan bajo la 'categoría abierta' según el reglamento de la UE 2019/945, ilustrando un enfoque estructurado para la gestión de riesgos.
Operaciones que conllevan riesgos medios a altos, como volar drones sobre multitudes, de noche, o más allá de la línea de visión del piloto, tienen reglas más estrictas. Los drones deben cumplir con certificaciones específicas, y los operadores y pilotos podrían necesitar calificaciones adicionales. En Europa, hay un proceso especial de revisión para estos vuelos de riesgo medio, mientras que en EE. UU., las reglas estrictas sobre volar sobre personas y asegurar la fiabilidad del dron son esenciales. Las operaciones de alto riesgo, como transportar personas o materiales peligrosos, deben cumplir con estándares aún más rigurosos similares a los de las aeronaves tripuladas. Esto destaca la importancia de una regulación estricta y un cumplimiento exhaustivo.
Para entender el progreso regulatorio globalmente, el Índice de Preparación para Drones de Drone Industry Insights compara cómo diferentes países están en términos de regulaciones de drones. Examina factores como el rango de operaciones de drones, el apoyo gubernamental y cómo los drones están integrados en el espacio aéreo nacional. Los resultados recientes muestran a Australia liderando con reglas progresistas, seguido por Canadá y España. Mientras tanto, nuevos participantes como Colombia e Irlanda comienzan a destacarse.
Las actualizaciones globales significativas incluyen la aprobación por parte de la Comisión Europea de operaciones de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) y taxis aéreos, y el enfoque de la Administración Federal de Aviación de EE. UU. en la detección y control de drones. Estos cambios son parte de un esfuerzo más grande para integrar de manera segura los drones en el espacio aéreo compartido, pasando de reglas básicas a un sistema más detallado y específico para la certificación de drones. A medida que las autoridades regulatorias de todo el mundo hacen más progresos, mantenerse al día con estos cambios y entender lo que significan es vital para cualquiera en la industria comercial de drones.
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