Durante el reciente Drone Summit Medellín que tuvo lugar en esa ciudad de Colombia, conocimos a muchos entusiastas emprendedores que están avanzando la industria de la aviación no tripulada, pero una presentación en particular nos llamó la atención cuando un joven de 21 años afirmó que tenía 10 años de experiencia en robótica.
Su nombre es Jhon Mario Avilés Ruiz y comenzó a trabajar con robots a la edad de 11 años. Ahora es el CEO de TreeTech y su contagioso entusiasmo por esta nueva industria fue una inspiración para el público durante su presentación. Nos conectamos con Jhon Mario y sus socios en su stand para una conversación fascinante sobre los planes de TreeTech para el futuro cercano.
“Sí, sé que es difícil de creer, pero a los 11 años me fascinaba la tecnología, especialmente los robots y su capacidad para hacer cosas de forma independiente”. Jhon dijo con entusiasmo: “Eso me llevó a participar en diferentes competencias de robótica, primero a nivel de ciudad, luego a nivel nacional y finalmente a nivel internacional. He tenido la oportunidad de viajar a Panamá, Estados Unidos, España, Portugal, Holanda e incluso China mostrando y compitiendo los robots que hice con mi equipo”.
En nuestra conversación con Jhon y sus socios notamos que para ellos la industria de la aviación no tripulada no es exclusivamente aérea, y les pedimos una aclaración.
"Nuestro enfoque de la robótica es enfocarnos en la solución y la mayoría de las veces esa respuesta no es exclusivamente un vehículo aéreo o terrestre, sino una combinación en la que ambos se ayudan mutuamente". Jhon dijo deliberadamente: “Tomemos como ejemplo la ciudad de Medellín: una ciudad donde puedes encontrar un tráfico denso durante todas las horas del día, un dron es la solución ideal para llegar de un punto a otro en minutos y al mismo tiempo, poder tener vehículos autónomos intercomunicados caminando por la ciudad evitando el tráfico, transportando mercancías y personas, y por supuesto, en las zonas menos accesibles de la ciudad, robots que puedan caminar por las aceras llegando a los hogares, y llevando estas ventajas al campo."
La forma en que las ciudades en América del Norte y América del Sur están diseñadas y construidas es muy diferente y, por lo tanto, las soluciones robóticas para solucionar problemas en diferentes continentes son dramáticamente desiguales.
"Nos centramos en resolver tres temas principales: reducir la contaminación, aliviar el tráfico o la congestión y prevenir accidentes". Jhon dijo con seguridad: “Con estos tres principios como norte, nos embarcamos en nuevos diseños midiendo a cada paso cómo impactarán significativamente a cada uno. Por ejemplo, es estresante lidiar con el tráfico en nuestras ciudades latinoamericanas todos los días, por lo que desarrollar vehículos autónomos que puedan mejorar la eficiencia de las carreteras, aumentar la seguridad de los pasajeros y planificar la mejor ruta, al tiempo que reducen las emisiones de CO2, marcará la diferencia para los residentes que los usan diariamente. Al final, la solución será una combinación de vehículos, cada uno diseñado para resolver una etapa particular del proceso de entrega”.
Como es habitual la conversación giró hacia la regulación y cómo las distintas entidades encargadas del tráfico, tanto terrestre como aéreo, están avanzando en sus respectivas legislaciones.
“Estamos a 10, 15 o quizás 20 años de una legislación operativa que permita que estas soluciones robóticas tengan un impacto real. No sólo es una entidad gubernamental sino muchas; desde las regulaciones en tierra, que está en manos de miles de municipios individuales, hasta el espacio aéreo, que es dominio exclusivo de las autoridades de aviación civil (CAA) de cada país, nuestras soluciones tendrán que cumplir con cada una de ellas para que sean comercialmente viables, y eso es una tarea enorme”.
Como ocurre con cualquier otro startup, TreeTech está luchando por mantener las puertas abiertas mientras invierten fuertemente en Investigación y Desarrollo (I+D) y logran pequeños avances con las autoridades.
"Los inversionistas (VC) son nuestra principal fuente de financiamiento en este momento, pero estamos trabajando en un servicio de entrega que generará ingresos y será la base de un negocio sostenible". Jhon dijo con entusiasmo: “Vemos la reciente regulación de aviación no tripulada RAC 100 en Colombia como un excelente punto de partida para traer al mercado nuevos enfoques para las entregas con drones, mientras esperamos que las soluciones terrestres tengan un marco legislativo más amigable”.
Fue fascinante oír y explorar la visión del futuro de la aviación no tripulada, o quizás sería más apropiado decir de la industria de la robótica, desde el punto de vista de un científico de 21 años. Jhon y su equipo saben en el fondo de su corazón que pasarán el resto de sus vidas haciendo historia mientras avanzan la causa de los vehículos no pilotados en busca de un planeta mejor y más saludable.
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